Maju tiene ocho años. Es fanática de los helados y los caramelos masticables, pero lo que más le encanta (además de hablar) es ser árbitra de fútbol. Le aburre mucho aprender las tablas de multiplicar, pero eso cambia cuando conoce el método que usa su amigo Gerónimo: ¡el rap de las tablas! Por eso, el día que la maestra anuncia la prueba final de matemáticas, Maju está segura de que le va a ir requetebién. Sin embargo, las cosas no salen como las imaginó.
Maju es justiciera, buena compañera y excelente amiga, pero a veces sus papás le tienen que recordar que todas las personas somos distintas y que ella ¡no es el ombligo del mundo!